Los inhibidores del PARP, empleados en el tratamiento del cáncer y de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, parecen ser útiles para la retinosis pigmentaria, una enfermedad aún sin tratamiento.
Los inhibidores del PARP, empleados en el tratamiento del cáncer y de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, parecen ser útiles para la retinosis pigmentaria, una enfermedad aún sin tratamiento.